Cosas de niños

Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, por eso una de las niñas más famosas y queridas del mundo no ha querido que se difunda una mentira sobre su cumpleaños, y es que a nadie le gusta que le cambien el día que debe soplar sus velas.

Mafalda no cumple 50 años , o eso afirma quién mejor la conoce, su creador Quino, que a través de su página web ha informado que la primera publicación en la que apareció este singular personaje fue el 29 de septiembre de 1964, en la revista Primera Plana.  Una confusión que se ha extendido como la pólvora por las redes sociales, y que según Quino se puede atribuir a dos errores, el primero data de una tira publicada el 15 de marzo de 1966 en el diario El Mundo donde se dice que Mafalda, “habría nacido en 1960”. El segundo lo cometió la revista Siete Días unos años más tarde al publicar que  «nació en la vida real el 15 de marzo del 52. Ni una ni otra fecha son de tener en cuenta”, aclara el “padre” de la pequeña en su web.

Mafalda nos abandonó el 25 de junio de 1973, cuando apareció su última tira cómica, y nos dejó un vacío de sabiduría y valentía que en vez de pasar de moda, es hoy más necesario que nunca. Con su pelo negro rizado y su constante inconformismo Quino nos regaló a la niña que todos necesitamos llevar dentro, capaz de cualquier cosa por lograr un mundo mejor aunque aparentemente solo fuera una pequeña a la que no le gustaba la sopa.

Si Mafalda siguiera entre nosotros, reprochando al mundo sus injusticias, no le gustaría ver como condenamos al olvido a los pequeños que no tienen las mismas fuerzas que ella para hacer llegar su voz al mundo. No perdonaría la masacre de Siria y nos obligaría a firmar para exigir justicia, a difundir lo que está pasando y preocuparnos por el destino de los asesinados víctimas de la injusticia y la barbarie. Y por los miles de niños y niñas que permanecen dentro de Siria sufriendo el conflicto y sin recibir ninguna ayuda.

Serían sin duda, malas noticias para nuestra pequeña activista, aunque le gustaría saber que siguen existiendo buenas personas que luchan por cambiar la realidad de las nuevas generaciones, y que con su lucha consiguen avances como la firma del Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, por el que cualquier niño o niña podrá presentar una queja frente a cualquier violación de sus derechos y obtener respaldo legal.

Por mucho que ella quisiera, el mundo no se para que nos podamos bajar cuando las cosas se tuercen, y corresponde a nosotros, garantizar la seguridad de aquellos que crecen en un mundo que se vuelve cada día más gris. Niños y niñas que crecen demasiado rápido bajo el influjo de una sociedad que no entiende de inocencia.

Kiernan Shipka solo tiene 12 años y ya es una gran actriz, de una de las mejores series actuales, interpreta a Sally Draper en la famosa Mad Men. Un pequeño talento capaz de llenar la pantalla que salta ahora a las más prestigiosas portadas. Icono del glamour, el estilo y la moda, ¿no resulta demasiado excesivo atribuir estas características a una niña de 12 años?, no es lo que opinan en la revista Grazia que ha contado con ella para que pose como toda una mujer con vestidos de Versace o Marni, muy glamorosos pero poco apropiados para una edad a la que ni siquiera es lo suficientemente mayor como para que la dejen ver su propia serie.  Incoherencias de un mundo perdido que olvida muchas veces como proteger su futuro.

Es lógico que hoy no sea realmente su cumpleaños, resultaba extraño que Mafalda cumpliera 50 años, ella siempre será esa niña capaz, con una sola frase, de despertar conciencias y demostrar a los mayores que la mayoría de las veces, estamos equivocados.

Feliz no cumpleaños y no crezcas nunca Mafalda.

Silencios culpables

El problema de nuestra sociedad es que a base de escuchar mil veces las mismas historias, las desgracias continúas, las imágenes de dolor, nos volvemos inmunes. Poco impacto supone en la televisión ver un asesinato más o un naufragio. La televisión, con su realidad en color muestra una visión aumentada del día a día que a veces resulta lejano, y deja indiferente. Inmersos en la rutina dejamos de prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor, cansados de escuchar la palabra crisis dejamos de pensar en ella, y así inmersos en nuestros problemas olvidamos los de los demás.

Me gustan los días soleados como el de hoy, levantar la persiana y que brille el cielo, son días para ser optimista y mirar adelante, el problema es que el mundo sigue girando aunque pretendamos olvidarlo, y mientras en nuestra parte del mundo brilla el sol otros países se sumergen en la oscuridad. Admiro a los periodistas que hacen posible Periodismo Humano porque se encargan de construir la ventana para mirar desde nuestro mundo a los rincones olvidados, cuentan historias tristes que a los grandes medios no interesan, se juegan la vida para traernos la verdad y darle voz a los olvidados.

Hace un tiempo sufrí con las crónicas de Homs que Mónica G. Prieto redactó desde un mundo lleno de dolor y sangre y esta mañana me despierto y leo Yo violada, un relato cruel, despiadado, real y sincero que nace de la voz apagada de una niña a la que le robaron su vida. Trato de entender que a algunas personas no les guste leer estas cosas, que prefieran cerrar sus ojos a saber que en El Salvador violan continuamente a niñas, matan a inocentes y juegan con las vidas robándoles su valor, pero ha pasado y seguirá pasando aunque tratemos de ocultarlo encerrándonos en nuestro mundo. El artículo habla de profesores asustados que tienen que callar por miedo, tal vez ya por costumbre, resignados a una realidad opaca contra la que nada pueden hacer. Silencios cómplices, culpables sin quererlo, del destino de sus niños. 

Cuando la justicia desaparece del mundo la peor arma para luchar contra ella es el silencio, en las voces apagadas se esconde el poder de los opresores. Aún así existen personas que no se resignan a aguantar lo que les ha tocado vivir, pequeños héroes reales del día a día que aportan su granito de arena a un mundo mejor. Es la historia de Shemeer Padinzjharedil, un vecino de un pueblo al sur de India que ha desarrollado una plataforma en la que mediante un mapa se recoge y muestra  la multitud de abusos, violaciones y asesinatos que se cometen contra las mujeres y las niñas en esa parte del país, para concienciar a la gente de la extensión y brutalidad de estos crímenes. Una pequeña acción, de una persona corriente, que consigue despertar algunas conciencias, que sería del mundo si más personas siguieran su ejemplo. El dice que lo que no se ve, no existe, y es tan cierto como desolador, pero gracias a el hoy sé esa verdad, y si tu lees esto, también podrás saberla.

«El mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo», por eso me apetecía aportar mi granito de arena contra el silencio que impera en estos dos lugares, El Salvador y la India, que sirven de muestra para comprender todo lo que se esconde detrás de las agendas de los grandes medios. Es bonito pensar que, ante el dolor, surge la indignación ciudadana capaz de cambiar realidades. Empezaré y terminaré el día pensando en Magaly, sin que ella sepa que lejos de su mundo, Periodismo Humano, le ha dado nombre a su vida y voz a su sufrimiento, haciendo que su historia importe en este lado del mundo.

“No me pidáis que olvide los asesinatos, no me pidáis que me quede sentado sin hacer nada, que siga esperando, que olvide. No me pidáis que me resigne solo porque soy mujer, inmigrante o pobre. No me pidáis que mire para otro lado solo porque no soy mujer, inmigrante o pobre. No me pidáis que me conforme, que me esconda, que vea justicia donde no la hay. No me pidáis que me quede callado, que no haga nada. “

Una canción para pensar: Si Peter Pan viniera – Ismael Serrano