Al mal tiempo, buenas ideas

De los grandes retos surgen a veces las mejores ideas. En momentos de necesidad y desesperanza aparecen la pasión y la creatividad que dan lugar a innovadores proyectos que a veces llegan al límite de trastocar los cimientos de nuestra sociedad. Como el pánico que asalta al escritor que se enfrenta a la página en blanco, rescatar una idea del limbo de los bocetos inacabados no resulta tarea fácil. Siempre queda la duda de si la nuestra, será una invención realmente original y tendrá las claves para lograr el triunfo.

Nos hicieron reír, disfrutar y con su abandono nos quedamos huérfanos de la ironía, el humor más incisivo, siempre destinado a crear polémica y el recuerdo de un tiempo en el que existía alguien dispuesto a luchar contra la supremacía de la telebasura.

Los que hemos visto crecer poco a poco a Solocomedia no podemos evitar una sonrisa al comprobar que hay un nuevo vídeo, foto o concurso, y seguir con interés en twitter a @angelmartin_nc , @roberbodegas, y @Alberto_Casado esperando que sus inteligentes tonterías nos salven del aburrimiento y nos hagan olvidar esa palabra que todo el mundo repite constantemente para quitarle alas a los sueños: crisis. Hasta para poner en marcha su proyecto Ángel Martín, Alberto Casado y Rober Bodegas eligieron un día poco serio, el 28 de diciembre de 2011,  Día de los inocentes, se embarcaron en una aventura que crece día a día.

Solocomedia funciona porque te da mucho y no te pide nada, se establece un contrato claro en el que entras sin más pretensiones que las risas aseguradas, y su principal éxito radica en que no buscan el éxito. Son tan especiales porque son totalmente normales, se muestran tal y como son, sin esperar que los acepten. Toda una declaración de intenciones de la que muchos deberían aprender.

Malentendidos por los que todos hemos pasado, deseados reencuentros que no salen del todo bien y entregas desastrosas,  crean un mundo en el que todo y nada es posible. Hasta su falta de publicidad resulta divertida, sus carteles implorando anunciantes son una muestra más del descaro que predomina en sus sketches, otra forma de dejar claro que están y estarán aquí, pase lo que pase.

En los pequeños gestos, en la diversión gratuita y la crítica desenfadada nos enseñan que aunque las cosas no mejoren de la noche a la mañana siempre existirán motivos para sonreír aunque sea durante los 3 o 4 minutos que dura un vídeo. Entre seguidores y detractores, existe una cosa clara, Solocomedia dará que hablar, una cosa importante antes de entrar, dejad los prejuicios y sobre todo no olvidéis que lo más importante en esta nueva relación es seguir al pie de la letra la regla de oro.

Vender el alma

A pesar de las malas noticias, de la desilusión y los periódicos que se van a pique, hoy 24 de enero es el Día del Periodista. Un día que este año sirve más para reivindicar que para celebrar, difíciles momentos para el gremio.

Hace unos meses apareció el movimiento Gratis no trabajo, para difundir la situación de precariedad del periodismo y denunciar las ofertas de trabajo que buscan periodistas para trabajar gratis, algo que se está poniendo muy de moda y que muchos, desilusionados y desesperados, aceptamos pensando que servirá para mejorar el curriculum, el futuro, para que el día de mañana podamos hacer lo mismo, pero cobrando.

El periodismo no es como otras profesiones porque es algo que se lleva dentro, que te acompaña, te duele y condiciona tu vida, es una forma de vida, de pensar y de sentir, es la suerte de los empresarios que buscan mano de obra barata. Nadie empieza una obra y llama un albañil para decirle «Oye tenemos una obra en marcha, no podemos pagarte de momento pero puedes empezar y si van bien las cosas ya veremos», tampoco se llama a un médico para operar gratis o a un cocinero para que trabaje regalando sus mejores recetas al mundo.

A nosotros si nos lo dicen, en nuestra vocación, en el amor por este mundo, se esconde nuestra mayor debilidad, no sabemos vivir escondiendo las palabras que fluyen de nuestros dedos para convertirse en tinta, para denunciar la injusticia o revelar la verdad.

Y así, día a día, palabra a palabra, vendemos nuestra alma al servicio de los mercados, los mismos que utilizarán nuestro trabajo para lucrarse y llegar cada día más lejos, mientras las cosas siguen igual para los soñadores, mientras esperas que mañana, sea distinto.

Por suerte o por desgracia, a pesar de los malos momentos, queda dentro de mi esperanza porque nuestro sueño sobrevivirá, confio en que Público no desaparecerá y seguirá ahí para molestar a los que esperan que caiga, tengo esperanza en que seguirán existiendo mañanas en las que despertarse con las noticias de papel y que vendrán tiempos mejores.

Un país que no respeta la libertad de expresión, que no permite la existencia de una prensa libre y con representación de todas las ideologías, está condenado al fracaso, no podrán callar las miles de voces que, en nombre de la libertad, gritan en cualquier sitio, siguen gritando gratis.

A veces veo lejano el sueño, pero no puedo olvidar lo que ha costado llegar aqui y no puedo evitar sentir que, lejos o cerca de este mundo, el periodismo será mi vida. Por todos mis compañeros, los que están en mi situación, o los que trabajan hasta la madrugada, poniendo sus sueños y sus ilusiones en sus palabras sin saber si habrá un mañana, para todos los periodistas que denuncian los abusos y los que gritan libertad, sin izquierdas ni derechas, hoy es nuestro día, puede ser el principio de algo nuevo o simplemente una continuación, pero nunca existirá un final.

Yo pasaba los domingos leyendo El Pequeño País mientras veía a mi padre leer el periódico y quiero creer en un mañana en el que mis hijos y los de todos los periodistas, los que están y los que quedan por venir, aprendan el valor de las palabras de tinta que se vuelven antiguas cuando llega la noche. El valor de las noticias, el poder de la verdad.

Feliz Día del Periodista

El poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras. Joseph Pulitzer.

Películas para recordar: Ciudadano Kane, como crítica para ser mejores y Todos los hombres del presidente, para serlo realmente.

Diciembre

Este mes tan lleno de ilusión, buenas promesas y regalos empieza mostrando la cara más amarga de este nuestro mundo, que irónico resulta empezar la época navideña celebrando el Día Internacional contra el Sida.

No fue hasta 1981 cuando se describieron los primeros casos de esta enfermedad y comenzó su estudio, y a partir de entonces son incontables los casos de personas que han muertos víctimas de ella. Como siempre, cuando algo nuevo surge y amenaza nuestra tranquilidad usamos las etiquetas para quedarnos tranquilos, y el Sida condenó muchas vidas al olvido y la marginación, el mundo tomó el camino fácil, mejor dar de lado lo que no conocemos ni queremos conocer.

África se muere día a día, les falta el agua, la comida, la salud, la sanidad, les falta la vida que a nosotros nos sobra, y además tienen el Sida, un fantasma que planea sobre sus existencias y condiciona su futuro, porque habremos avanzado en la investigación, pero ellos siguen naciendo en la parte equivocada del mundo.

Nunca me ha gustado la navidad, es algo en lo que no puedo ser objetiva, y mucho menos defender ese ideal en un día como hoy que nos hace reflexionar no sólo sobre las enfermedades olvidadas o marginadas, si no sobre las miles de personas para las que diciembre es un mes demasiado frio para dormir en las calles.

Hace una semana todos los medios recordaban con cariño a un grande de la música como fue Freddie Mercury, hacía 20 años que el Sida nos privó de sus canciones, su vitalidad y su genio. Mercury reconoció que tenía esta enfermedad y al día siguiente murió, en un mundo y una época como la suya ¿realmente le habrían aceptado?, su mundo, sus fans, ¿lo habrían tratado igual?. Leer más de esta entrada

Las primeras palabras

Pocas personas recuerdan su primera palabra, escrita o leída, aquella que por primera vez les acercó al lenguaje, dándoles el poder de expresar sus sentimientos. No voy a empezar este blog mintiendo, yo tampoco recuerdo esas palabras, pero ojalá pudiera hacerlo, recuperar en mi memoria aquella primera vez en la que tuve la oportunidad de hacer oir mi voz.

Sin embargo recuerdo, recuerdo el primer libro que leí y el primer poema que aprendí, y recité, y te recuerdo a ti, y de todas las personas que están cerca, las que están lejos y las que quedan por marcharse estas primeras palabras tienen que ser tuyas, porque fue tu adiós lo que me dio fuerzas para volver a escribir.

Vivimos tiempos difíciles para soñar, el dinero, la ausencia del mismo, el poder, la crisis, el paro, amenazan con destruir las ilusiones y en momentos como estos hay que ser demasiado inocente o loco para seguir creyendo en la magia. Pero tras las noches de insomnio, por muy largas y oscuras que sean, termina saliendo el sol al día siguiente.

Los niños sueñan con que llegue el futuro, mil profesiones pasan por sus cabezas sin orden ni sentido, con el simple y claro propósito de que llegue pronto mañana y desde ese momento vivimos siempre hipotecando nuestro destino, soñando con lo que seremos, lo que tendremos, lo que viviremos y disfrutaremos. Resulta demasiado repetitivo apelar al ahora, explicar que mientras el día a día se nos pasa en lamentos, se nos está escapando el presente. Pero es tan cierto, tan de verdad, que a menudo lo olvidamos y cuando de repente vuelve a nuestras mentes golpea tan fuerte que te deja sin sentido.

Siempre tuve claro lo que quería y lo que sería, entre todos los juguetes posibles solía elegir los libros, y gracias al mundo de fantasías que los libros y mis padres me ayudaron a construir hoy cuento con una herramienta que resulta fundamental en días como hoy: la ilusión. Este último año se me ha perdido en muchos rincones, y espero que este blog me ayude a encontrarla.

Vuelvo a escribir porque el director de ABC, Bieito Rubido, opina que sobramos la mitad de los medios y la mitad de los periodistas. Cambiarán los ideales, las personas, los gobiernos serán de izquierdas o de derechas, y los niños pasarán de querer ser fútbolistas a soñar con el espacio, pero nunca, jamás sobrarán personas con el don de utilizar la palabra para cambiar el mundo.

Existen cosas que se aprenden y otras que sientes que siempre han estado ahí, y aunque se empeñen en mostrarnos la peor cara del periodismo, si existen historias, héroes, leyendas y noticias es porque alguien estuvo allí para contarlo. Dicen que es en los momentos difíciles cuando tenemos que demostrar que podemos salir adelante.

Cuando llegué a la facultad, con mis dieciocho años y la maleta llena de sueños empecé una carta al futuro que terminé así: Por lo que fue y lo que será, por los sueños que se hacen realidad.

Espero que este blog me ayude y te ayude, noticias que se escapan del poder de los grandes medios, o pequeños actos que cambian el mundo de forma impredecible, historias que son capaces de cambiar vidas, eso es para mi el periodismo, ser capaz cada día de escribir y pensar sin defraudar a esa niña o niño que empezó tu largo camino.

Un libro para recordar: Sheila la Magnífica de Judy Blume